domingo, 17 de agosto de 2008

Uno nunca sabe...





Uno nunca sabe en qué momento será su turno. A veces esperamos desesperadamente algo y la presión de que no llegue pronto nos hace pensar que jamás llegará. Sobre todo cuando hablamos de amor solemos sentir que quizá no fuimos hechos para amar a alguien o que nos ame, que nos complemente. Que equivocación.
Si bien algunos tienen suerte y encuentran a su pareja ideal un millón de veces otros tantos deben esperar un poco o mucho más. Una vez alguien me preguntó por las personas que amo mucho, el por que su falta de pareja y me detuve como dándome cuanta por primera vez de que así era. Son personas tan especiales, tan interesantes, tan fuera del margen común que no cualquiera se los merece.
Poco a poco uno comprende que el chiste no es buscar desesperadamente pero tampoco perder las esperanzas. Poco a poco uno comprende que no debe esperar que la relación que inicia sea eterna y perfecta pero tampoco debe predisponerse a que sea un desastre y acabe pronto.
Hay que darse la oportunidad de ser feliz, de sufrir, de que todo sea un desastre, de que todo sea miel, de hacer cosas tontas, de no volver a hacerlas…
Pero por lo general uno espera perfección indirectamente.
Uno nunca sabe si lo mejor tiene un principio turbio. El chiste de todo es experimentar. Hay suficientes caminos como para que uno pueda tener la certeza de estar tomando el indicado. Equivóquense, que jamás es tarde para rectificar.
No tengan miedo de quedarse solos, la soledad es parte de lo que debemos aprender entre muchas otras cosas.

Ojalá pudiera darte de verdad aquella estrella, quizás un día de estos extraños…

2 comentarios:

Daniel Peraza dijo...

^^

Me dejaste pensando mucho, ayer y antier. Gracias. Estoy aplicando tus palabras y con ellas me siento más agusto y fresco.

Espero pronto darte noticias :D

Hoy salen a la venta los boletos de NIN... al rato compro el mío :P

Y esa estrella, hace mucho que me la diste con tu hermosa amistad.

Gracias.

Pero espero la de verdad jajajaja.

Rasho dijo...

Y es que el balance es algo que debe vivirse en el amor...

NO tanta exigencia que pierdas la paz...
No tanta compasión que pierdas el movimiento...

Es curioso... nada pasa por mera coincidencia. Durante estas vacaciones Dios me enseño sobre la esperanza... sobre tener la fe de que realmente todo saldrá para bien nuestro... siempre que queramos seguir el buen camino.

Un día de estos extraños... me hace suspirar la sola expresión...
Uno sueña y espera... lo demás sucede...

Cuidate y Saludos.