lunes, 18 de agosto de 2008

Amar una vez más...





Si supiéramos en que terminará todo no tendría objeto recorrer el camino, ni mucho menos razón alguna por la cual disfrutarlo.
Si todo esta establecido ya ¿qué podría hacer yo para cambiarlo?
Cuando amé por primera vez pensé que ese amor sería eterno. Pero apenas empezaba a entenderme. Recuerdo su nombre como una suave brisa en mis oídos. Curiosa, excepcional, de esas personas con las que te topas una vez en la vida y jamás se van. Gracias a ella forme gran parte de mi carácter y no e convertí en cualquier clase de persona en el universo, por lo menos consideró no serlo.
Recuerdo promesas y juegos de niñas, atardeceres, gatos y sobre todo muchas largas pláticas bellas. Ella jamás supo que la amé con todas mis fuerzas, y si lo supo, estoy segura de que jamás imaginó a que punto.
Es difícil saber que amas a alguien que jamás podría amarte del modo en que tu lo haces y aun así, se bien que ella me amó con toda la intensidad de la palabra.
Se me fue poco a poco de las manos en tanto crecíamos. En tanto me enamoraba de nuevo. Los nuevos ojos que me cautivaron tenían encanto distinto al de los que fueron mi primera obsesión. Las manos firmes, el tono de voz seguro, que se yo, un mundo de cosas me cautivaron. Aun en secundaria y con mucho que aprender entre a otra parte de mi vida, cuando antes indecisa lo prolongué e incluso evité. Es distinto cuando sientes que el amor viene por ambas partes, que alguien toma tu mano con firmeza o que cierra los ojos para besarte intensamente y que tiemblas al escuchar su voz. De nuevo pensé en eterno cuando me vi con ella.
Todos esos momentos a su lado son cosas que jamás cambiaría. Inclusive si a cambio me ofrecieran menos crisis, menos pleitos, menos problemas para salir…
Me dio entereza. Poco a poco encontré otra parte de mi y aprendí tantas cosas, como que las palabras salen sobrando, como que el tiempo deja de avanzar a veces, solo a veces para compensar las largas esperas. Comprendí al fina de cuentas, que planear una vida al lado de alguien no es garantía de que así sea. Después de todo, como dije al inicio, no sabemos lo que ha de venir. Me enamoré de nuevo justo cuando creía que ya no podría pasar. Pero recordando aquel escrito que una vez uno de mis hermanos me recomendó, “Y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy, porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes..., y los futuros tienen una forma de caerse a la mitad.”. y es justo cuando estamos menos preparados que nos llega de nuevo la oportunidad. Tampoco cambiaría un instante a su lado. Es como una nueva fragancia a mi alrededor, como si todo de repente fuera bueno de nuevo, y no es que no lo haya sido antes, es solo que tiene su nueva manera de ser bueno.
“Con el tiempo te das cuenta de que cada experiencia vivida con cada persona es irrepetible.”
Más que nada uno aprende que hay que amar con todas las expectativas, que hay que amar con todas las desilusiones, que hay que esperar y objetar.
Lo difícil es entender…
Más que nada entenderse uno mismo.

4 comentarios:

Elisa Martínez Guerrero dijo...

Laurita!! me cautivas, en serio... ya saliste de vacas, no? a ver si desués que me aliviane un poco de tareas y trabajos atrasados (jeje) hablamos aunque sea un ratito... =)

PD
M e acordé de ti toda la semana pasada...

Rasho dijo...

Y es que cada segundo... casa momento... es irrepetible...

Mi manchi lauis...

Cuidate y Saludos

R dijo...

mágico
crónica de un andar por el mundo en busca de labios

y que bella foto

saludos

Etheria dijo...

Es muy difícil, después de llegar al punto donde crees que te conoces.. y que sabrás siempre que hacer,descubrir que no puedes controlarte...
Darte cuenta que cerraste los ojos, y no saber cuando ...
Volver la mirada y sonreír, sintiendo un entorno hostil, creo que jamás seremos suficientemente conocidos por nosotros mismos.. todos los días, cambiamos (tal como nuestros recuerdos.. )

Y siempre será tan relativo el timpo como las oportunidades... como el mañana..

U_U


quierola :)