martes, 30 de marzo de 2010

Hace mucho tiempo, pensé que no podría tenerte de nuevo…
Que sería tonto intentar acercarme
Que no debía pedir perdon
Ni llorar
Si sentir más de lo que tu sentiste
Hace ya mucho tiempo antes de acercarme a ti
De serme infiel a mi misma
Antes de detenerme a pensar
Antes de todo…
Me encontré entre tus brazos
Sentí tus labios como jamás antes
Sentí el calor de un año acumulado
Hace mucho tiempo
Cuando no debías quererme
Hace mucho tiempo
Cuando no debía tenerte
Y aun así
Después de tanto
Estamos aquí, en el presente
Pensando lo que hubiera sido
Si hace mucho tiempo
No hubiera existido

viernes, 7 de agosto de 2009

Quisiera...


Quisiera que no des por hecho que sé que me amas aunque así sea.
Quisiera que todo fuera más romántico, escuchar tu voz endulzada.
Quisiera verte sonreír cuando me ves por primera vez en la mañana como sonríes cuando escuchas algo que te encanta.
Quisiera que crearas nuevas discontinuidades para estar un segundo más conmigo.
Quisiera que pudieras nuevamente tomar mi mano y hacer que sienta con la misma magnitud que la primera vez.

martes, 4 de agosto de 2009





Quiero ser en tu vida...


Una vez hace mucho tiempo caía a un abismo de soledad infinita. Ahora mismo, aun estando cerca de ti siento que sigo cayendo pero a medias, mientras tú tratas de sujetarme para que no caiga más y sin embargo me he dado cuenta que hay un espacio en esa obscura cavidad de la cual puedo sujetarme. Así pues he decidido subir por mi cuenta mientras tu sigues subiendo, sola por que soy un ente independiente, sola por que la soledad nos da carácter, sola por que nuevamente he olvidado que la soledad no es un sufrir sino una oportunidad de crecer.
Te amo mucho, gracias por tratar de sostenerme. Me toca a mi no recaer.

miércoles, 29 de abril de 2009


Ayer gracias a una linda plática recordé lo que es estar enamorada.
Ese procesos loco de reconocimiento… ¿autoconvencimiento?
Empecé por el principio como no suele pasar.
Yo aquí, mirando atrás.
Tu sonrisa infantil recorriéndome por dentro. Esas ansias locas de besarte sin saber hacerlo.
Y solía pensar que cuando fuera grande, esa lejanía aparente que de repente nos inunda, tendría una pareja (hombre). Siempre quise irme sin siquiera estar, la sola idea de quedarme hacía mi existencia insoportable. Sin saber por qué, sin saber si todo mundo a mi alrededor pensaba igual a nuestra edad…
Luego estuviste poco a poco ahí y dejé de pensar en irme.
Luego estuviste ahí y aquella calidez interna hizo que te amase sin cuestiones, que te amase sin prejuicios ni razones.
Estábamos ahí y creamos un universo perfecto que a lo largo del tiempo ha crecido, cambiado, explotado, mutado… tantas de cosas a través de los años.
Me pregunto a veces, como aquella vez, si podremos estar siempre.

miércoles, 22 de abril de 2009

Un acercamiento a mis miedos:



Quizá todos los que me conocen bien no dudarán en responder a la pregunta “¿Cuáles son los mayores miedos de Pandora?”

Miedo a la catsup, los monos, las BOTARGAS!, la escarcha y los caballos (aunque me encantan).

Recordé una vez que alguien me dijo que parecían miedos de niña y que ya estaba muy grande para tenerle miedo a esas cosas.
La verdad es que la palabra miedo está mal empleada, pero a la larga me acostumbré a decirles así.

Ahí les va:

1. Miedo a la ¿catsup?: la catsup en realidad me da muuucho ascooo, asco hasta el borde vomitivo. Como que mis sentidos, sobre todo el olfativo, no son muy compatibles con su composición. Cuando estaba pequeña mi hermanita sabía bien como hacerme enojar. Como conocía el tremendo asco que le tengo a la catsup siempre me molestaba acercándome algo bañado en ella o diciendo que iba a llenar mi cama de catsup. Me daba mucho miedo que fuera a hacerlo y de hecho una vez lo hizo sin querer. De ahí que se me quedara decir “le tengo miedo a la catsup”, pero verdaderamente es un asco tremendo que he tenido que aprender a dominar con el tiempo.


2. Los monos, otro de mis ascos más grandes. Puedo ver a los monos de lejos y de hecho amo a los gorilas de la peli de Tarzan ouoouououo, pero si están a menos de un metro de miii me dan cosa, raroo, feoo, no me gusta, no es un animalito que me gustaría acriciar. Me dan miedo sus dientes, su capacidad de verse casi humanos y de ser salvajes a la vez. No no, no me gustan pero no tengo pesadillas con ellos, salvo una vez. Nota: una vez un mono feo en el centenario me agarró la mano y pensé que no la soltaría.


3. La botargas, me recuerdan a mis épocas de niña donde si me daban miedo. Yo sé perfectamente que debajo de esos monos feos de tela hay alguien tratándose de ganar la vida y no pienso que las botargas sean seres del espacio que vinieron a matarme ni mucho menos, pero si siento una incomodidad enorme al encontrarme con una de ellas. Se me eriza la piel y me quedo paralizada, como que es una sensación que trato de evitar y las botargas me hacen sentirla con mayor fuerza, por eso: a menor cantidad de botargas menor sensación fea jujuju. Nota: una vez un Buddy botarga me hizo pasar un súper oso en una infanti coqueteándome frente a todos. Una vez me atacó un Alce que promocionaba telcel en una plaza… que más puedo decir… no nos llevamos bien.


4. La escarcha. Todo se debe a una historia de mamá hace varios años cuando la operaron del apéndice. Su cama de recuperación estaba al lado de una joven que estaba a punto de casarse y que perdió el ojo mientras hacía sus regalitos de boda por que una escarcha se le metió. Desde eso, sinceramente como toda buena hipocondríaca, o no se que nombre darle, siento que cada vez que toco escarcha me entra algo al ojo y comienzo a tallármelo. Tampoco tengo pesadillas con la escarcha pero prefiero mantenerme lejos de ella.


5. Los caballos. Amo los caballos, he montado caballos pero no puedo evitar sentir que mi corazón late muy rápido cuando tengo uno delante, o que mismazos tiemblan cuando voy a acariciarle. Es frustrante que te guste tanto algo que trates con todas tus fuerzas de sentirte tranquila y no puedas. Ellos también lo sienten así que prefiero la distancia entre nosotros.

sábado, 18 de abril de 2009

Foto de mi mano oso. besotes.
__________________________________________

Lo único que puedo decirles a ustedes es que si me hacen una pregunta y no sé la respuesta, les diré directamente que no sé la respuesta, pero también buscaré la forma de encontrarla, y cuando la tenga, se la daré.

domingo, 12 de abril de 2009

Alguna vez...




... quizá no lo olvidaste, solo lo ignoraste....



Alguna vez hace mucho me encontraba platicando con una “completa extraña” de cosas “importantes” para mi. Es un poco encantador de repente sentarse a lado de alguien que apenas te conoce y apenas tiene para juzgarte y hablarle tan sinceramente de ti mismo, de tus crisis existenciales, equis cosas.
Hoy recordé aquella vez que se me había olvidado por haber cosas “más importantes” que recordar, y entre las tantas muchas frases que recuerdo de aquella vez una en especial queda perfecta, queda sublime para el motivo que me hizo recordar.


“¿Pero que tú eres pendeja?, las cosas así hay que olvidarlas”

Y ya sabía yo perfectamente que así era, pero que trabajo da…



ya me había olvidado de decir... si las paredes hablaran quizá nos dirían que no te importa tanto.